LABIOS ROTOS

Pasé mi dedo índice por el contorno de sus labios, la interrupción de la línea y el cambio de textura me hablaron de una cicatriz. La sentí temblar, y luego derrumbarse entre sollozos. La abracé y capté de inmediato el perfume a jazmín que emanaba de su pelo corto. Los diques que mantenían a raya la tristeza se rompieron y noté cómo mi camisa se empapaba con sus lágrimas. Mis manos acunaron su cabeza y la atraje para besarnos. Mi boca recorrió la suya, primero discretamente, experimentando descargas eléctricas cada vez que nuestros labios se rozaban, luego acepté su franca invitación a beber en ella.

Después me contaría que ese beso borró en ella años de vergüenza, miradas de reojo y dolor.

Lleno de felicidad, busqué algo con qué celebrar nuestro encuentro. Tras muchos años de vivir en él, había memorizado pasos, distancias y obstáculos de mi piso, por lo que a pesar de la ceguera congénita, era capaz de moverme con soltura. Regresé con una botella de vino y dos copas.

Aquella noche, tras el corazón, nos entregamos también los cuerpos. Vibrantes, plenos. Yo la miré con los ojos del alma y ella me besó con la perfección que solo el amor verdadero podía conferir a sus labios rotos.

216 palabras

Autor: Ana Laura Piera / Tigrilla

34 comentarios en “LABIOS ROTOS

  1. ¡Qué maravilla, Ana! Labios rotos y ojos ciegos, has conformado un micro redondo, delicado y duro al mismo tiempo, pues esos labios rotos podrían sugerir una violencia anterior que el ciego cura con sus besos.
    Hay frases para enmarcarlas, como la entrega de los cuerpos después de los corazones.
    Me ha encantado, Ana.

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  2. Hola, Ana. Me ha encantado. Después de una relación atormentada, denunciable, esa mujer encuentra el amor en una persona sensible que le habla de amor y seguro que se lo dará. Has escrito un bello relato.
    Un abrazo.

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  3. Me ha gustado mucho. Casi, casi diríamos un «amor nacido en las barreras». No sé por qué no pensé en golpe o maltrato en la cicatriz de ella; en cambio me surgió «labio leporino». Es decir, cada uno con su marca distintiva que probablemente les haya hecho sufrir bulling, y a través de ellas hayan encontrado el amor en el corazón antes que en los cuerpos.
    Un saludo

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  4. Me gusta el título porque en él va implícita la metáfora del maltrato.
    También me parece muy interesante la parte descriptiva tan visual donde logras trasmitirnos toda esa fuerza del amor verdadero que trasciende los límites de la marginación en la que ambos protagonistas se mueven, pero que logran superar dichos límites gracias a estos nobles sentimientos.
    ¡Enhorabuena!
    Saludos, Ana.

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  5. Tu personaje, además de sensible, transmite esa complicidad que necesita su coprotagonista a tenor de esos «años de vergüenza» que necesitaba borrar. Un relato íntimo y delicado donde al final parece que se curan esos labios rotos. Felicidades

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  6. Hola, Ana.
    Tu relato es muy emotivo, dos personas con un pasado que se percibe cruel, y un ahora bello. Cuando dos iguales se encuentran y corresponden. Es muy bonito. Una segunda oportunidad a la vida y como es su caso, al amor.
    Un saludo.

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  7. Hola, Ana! Te felicito por haber sido capaz de encerrar en tan pocas palabras un universo tan emotivo y hermoso. Eso que has logrado es francamente difícil, me atrevería a decir que es un verdadero tour de force. El final del micro es sublime: «Yo la miré con los ojos del alma y ella me besó con la perfección que sólo el amor verdadero podía conferir a sus labios rotos.» Muy bueno. Un abrazo!

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  8. Hola, Ana, qué relato más bonito y esperanzador. El amor lo puede todo, o por o menos tú nos lo has mostrado de ese modo, el de unos enamorados donde lo de alrededor suyo ha dejado de existir, como si literalmente, no tuvieran ojos para otra cosa.
    Muy bueno.
    Un abrazo

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  9. Hola Ana. Nos sentimos afortunados de poder ver y muchas veces no somos más que unos invidentes que dejamos que las apariencias nos engañen. La mujer de este relato se hallaba rota a causa de la estupidez del ciudadano de a pie y tuvo que llegar alguien que la viera con el corazón para sanar sus heridas.
    Un relato muy duro y tierno a la vez. Te felicito compañera.

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  10. Cuando compartes la ceguera se puede iniciar el aprendizaje recíproco del resto de los sentidos. Y eso quizás está al alcance de cualquiera. El amor tiene fama de nublar bastante la vista. Y creo que en tu relato lo expresas de maravilla. Me ha gustado tu relato.

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  11. Hola Ana, recién descubro tus portal de letras. Y este relato es una ventana a sentimientos y emociones. Todos puestos en una escena de la entrega de dos personas, donde las palabras sobran. Esos silencios solo ellas saben y no cuentan. Delicada entrega de dos cuerpos dejando puertas abiertas. Muy bonito. Un abrazo y feliz finde.

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  12. ¡Hola, Ana! Un micro soberbio. Con una historia mostrada, sensual y sensorial, y otra historia apenas esbozada, un simple roce con el dedo, pero que nos lleva a un infierno que afortunadamente quedó atrás. Así es como se narra con profundidad, es lo que diferencia un texto plano y obvio, de una obra de arte literaria como la que has escrito para este reto. Un abrazo!

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  13. Hola Ana, me ha encantado leer tu micro.

    Un relato corto en extensión, pero profundo en sentimientos y amplio en su historia.

    Se visualiza perfectamente la escena y se pueden llegar a vivenciar las sensaciones y emociones, perfecta armonía literaria y sensorial diría yo. !Bravo!

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