¡POR UNA CABEZA!

Ruinas de la antigua ciudad de Tulum (muralla) llamada en su tiempo Zama (amanecer), Quintana Roo, México

Na Balam Chan miró azorado el enorme objeto que se acababa de materializar frente a él en esa noche como boca de lobo. No había visto nunca algo así: tenía la forma de una jícara invertida y el color de las nubes nocturnas. Flotaba a escasos metros del suelo y de la base irradiaba una luz blanca, fría… lunar. Del susto al pobre hombre se le bajó la borrachera que se había puesto con balché.

La «jícara» no emitía ningún ruido que opacara el rumor de las olas rompiendo en la orilla de la playa y que llegaba a sus oídos después de atravesar la ciudad de Zama (hoy Tulum). Na Balam Chan había salido de Zama a media tarde antes de que se cerrara el acceso. Tuvo ganas de emborracharse lejos de las miradas indiscretas de su propia familia y de la élite que habitaba detrás de la blanca muralla de piedra caliza. Hay dolores que solo se pueden curar en soledad y él necesitaba llorar a su hijo, muerto en una escaramuza contra los de Chetumal. Su señor, el sumo sacerdote del culto a Chaac, le había conminado a que cambiara de semblante y se sintiera orgulloso y agradecido por la honrosa muerte de Ah Tok. Pero Na Balam Chan sentía más ganas de gritar su indignación, maldecir a los dioses y dar rienda suelta a su dolor. Por eso salió de la ciudad sabiendo que no podría regresar sino hasta el otro día cuando las puertas se abrieran nuevamente. Estaba preparado a pasar toda la noche en la selva, secretamente deseando que algún animal salvaje, quizás un jaguar, pusiera fin a su miseria; pero ante la extraña visión de aquella enorme «jícara» pensó que quizá las deidades, molestas con su actitud, habían venido a castigarle por ser tan débil. Se quedó esperando su destino, temblando incontrolablemente.

Dentro de la nave exploradora, dos tripulantes intercambiaron negras miradas de ojos parecidos a lágrimas enormes. Su programa de navegación había escogido esas coordenadas indicando que era una zona de ricos yacimientos minerales. Las formas de vida inteligentes aún no estarían en fase avanzada y sería muy fácil iniciar labores de extracción usándolos de mano de obra esclava. Pero el individuo que tenían enfrente tenía un cráneo alargado y proyectado hacia atrás…exactamente como el de ellos, y dudaron… Decidieron no perturbar nada y se abstuvieron de recoger un espécimen. Introdujeron una clave para descartar el planeta. No valía la pena trabarse en guerras innecesarias con posibles sociedades civilizadas. Así como llegaron, partieron para continuar su búsqueda.

Na Balam Chan vio la gran jícara esfumarse delante de sus ojos. Cayó al suelo maravillado. El alba lo encontraría esperando que la ciudad se abriera y lo acogiera de nuevo como a un hijo pródigo. Ya no lloraría, honraría la memoria de Ah Tok viviendo su propia vida cobijado tras las murallas de Zama. ¡Los dioses le habían dado una segunda oportunidad!

Autor: Ana Laura Piera / Tigrilla

Definiciones:

Deformación craneana:

Práctica realizada por diferentes culturas del mundo. Entre los mayas, al nacer el niño o la niña, la madre recostaba a la criatura en una cuna compresora atando muy firmemente la cabeza, el abdomen y las piernas. Iniciando así con el proceso de la deformación craneana el cual era fundamental poner en práctica desde los primeros días de nacido el infante para aprovechar la plasticidad del cráneo. Hay diferentes teorías de porque se hacía, desde razones estéticas, sociales hasta religiosas. Culturas que lo practicaron:

Paracas, Nazcas e Incas en Perú.
Hunos, Alanos, y pueblos germánicos orientales
Tribus africanas
Tribus de Tahití, Samoa y Hawai
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Balché: bebida alcohólca ceremonial utilizada por los mayas, Sus ingredientes son la corteza del árbol balché, miel melipona, canela y anís.

Zama: Significa «Amanecer», hoy esta ciudad amurallada de la costa caribeña de México, en la Península de Yucatán es conocida como Tulum (muralla).

Jícara: recipiente de arcilla o bien elaborado a partir del fruto del jícaro. En su definición más antigua aparece como «vasija pequeña de loza» empleada para tomar chocolate.

Chaac: fue un importante dios del panteón maya, vinculado con el agua y sobre todo con la lluvia.

11 comentarios en “¡POR UNA CABEZA!

  1. Así no hay manera de alcanzar la paz en el mundo, encima tiene que dar las gracias por su perdón.
    Buen cuento, Ana, con esos detalles de tu tierra tan interesantes.
    Un abrazo.

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  2. ¡Hola, Ana! Un magnífico relato sobre las dispares consecuencias de un contacto entre «indígenas» y alienígenas. Muestras la distinta conclusión a la que llega cada especie, uno encuentra un sentido místico a su dolor, los otros realizan un cálculo racional de riesgos y beneficios.
    Sin duda los cráneos deformados son toda una inspiración. Para algunos es el intento del hombre por parecerse a esos aliens venidos del cielo, por tanto primero serían los aliens y luego la deformación. Para otros, era una práctica basada en mitos que ahora inspiran otros, como esa teoría de los antiguos astronautas.
    Una historias genial. Un abrazo!

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