«Desde el blog El Tintero de Oro, nos lanzan una convocatoria para participar en el concurso de relatos: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? que homenajea al escritor de ciencia ficción Philipp K. Dick. Se pide un relato donde androides y humanos formen parte de un mismo entramado social, o… no. El relato no debe superar las 900 palabras.

Imagen de Possesed Photography en Unsplash.
Z38-A (conocido cariñosamente como “SAM”), se dirigió con pasos firmes y casi humanos al final de la línea de ensamblado, donde acababa de salir el prototipo del nuevo modelo Z38-B (aun sin ningún apodo o mote). Con toda la tecnología de que disponía, se avocó a revisar a fondo al que estaba destinado a ser su reemplazo. Sus delicados sensores, cámaras y microprocesadores encontraron todo perfecto. Solo faltaba que “SAM” tecleara un código de aprobación para que se iniciara formalmente la producción en serie; esto también haría que el flamante Z38B se activara.
El nuevo modelo era muy superior a su predecesor en todos los aspectos y se esperaba que en menos de un año todos los modelos anteriores, incluido SAM, fueran sustituidos y enviados al programa de reciclaje robótico, de donde podían salir en diferentes formas, desde un perro-robot para entretener niños hasta sanitarios inteligentes.
En el panel destinado para ello, “SAM” tecleó un código, pero contrario a lo esperado, la línea de producción no arrancó. “SAM” puso al Z38-B sobre una banda transportadora que lo llevaría a su destino final: ser reciclado. No lejos de ahí, tres ingenieros humanos disfrutaban de café con rosquillas cuando leyeron en sus monitores el código de rechazo tecleado por “SAM.”
—¡Otra vez! Esto no puede seguir así, hay que cambiar al proveedor del panel B5501, pues salió defectuoso —dijo uno de ellos haciendo una mueca de fastidio mientras se relamía el glaseado del pan que se acababa de comer.
—Hace dos meses fue el panel B5502. ¿Qué diablos pasa con los componentes que ya no los hacen como deben? —dijo otro, jalándose los cabellos por la desesperación.
—Menos mal que tenemos a “SAM” en control de calidad, no cabe duda que los Z38-A son difíciles de suplir, pero hay que volver a intentarlo, la gente clama por un modelo nuevo y mejor.
Con urgencia, “SAM” se introdujo en su cubículo de mantenimiento. Todos sus sistemas internos volvieron poco a poco a la normalidad después de experimentar un caos interno que lo hizo descartar sin razón al Z38-B y que a su vez le causó un consumo excesivo de energía y sobrecalentamiento de su sistema. Él no lo sabía, pero las debilidades humanas, como si de virus se tratase, habían encontrado la forma de instalarse en su corazón de silicio.
387 palabras.
Autor: Ana Laura Piera / Tigrilla
¡Wow! ¡Qué pasada! Me ha encantado, está genial y el final una maravilla. ¡Enhorabuena Ana! Un abrazo.
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Gracias Merche!❤️
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Pobre Sam, no quiere ser reemplazado. Le entiendo perfectamente.
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Si, pobre, lo contagiamos…
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Muy buen final, en una parte inesperado, me gustó mucho, abrazo grandote
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Gracias Themis!
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Muy bueno de principio a fin. Sam aprendió bien y su corazón deseaba continuar en el mundo y no ser reemplazado. 👍
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Gracias por pasar y comentar!
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Tarde o temprano, SAM entenderá que para los humanos, todo es reemplazable.
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A la reflexión dónde radica la humanidad y quién la posee. Magnífico.
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Historia muy adecuada dadas las ultimas noticias que han salido.
Muchas gracias por compartir este texto.
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Muchas gracias, Ana, por participar en la 34ª edición del concurso de relatos de El Tintero de oro, homenaje a Philip K. Dick.
¡Un abrazo y mucha suerte!
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Tal vez se introdujo en SAM el deseo de sobrevivir.
Bien contado. Un abrazo.
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Hola Demiurgo, gracias por tu visita, saludos.
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¡Ay, ese corazón de silicio! Muy buen relato, Ana. Se presiente poco a poco la humanización del robot y el final es precioso. Me ha gustado mucho. Felicidades y mucha suerte en el Tintero.
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Muchas gracias por pasar Marta! La verdad que ayer empecé a leer relatos del concurso y por lo que veo las votaciones estarán súper difíciles, mucha calidad en los relatos que hasta ahora he leído!👍 saludos!
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¡Maravilloso, Ana!
Parece que tenemos algo de sincronía en nuestros pensamientos cibernéticos. Vemos a los androides más humanizados de lo que lo son todavía.
No sabemos cuanto tardaremos en llegar a esto, pero creo que la evolución es imparable.
Entenderás más cuando leas el mío. 😜
Enhorabuena, Felicidades.
Un Abrazo.
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Gracias José! Estoy empezanfo a leer los relatos, espero pronto llegar al tuyo! Saludos!
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¡Hola Ana! Me ha gustado mucho tu historia. La lectura es fluida y el argumento es muy bueno. Al final del texto parece que SAM está siendo invadido por la razón humana, llena de contradicciones, tal y como manifiesta tu personaje al evitar que lo sustituyan pero yendo a los cubículos de mantenimiento. ¡Un saludo y suerte en el Tintero!
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Gracias Ulises!
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Muy bueno, Ana. Con uno de esos finales inesperados que se agradecen y hacen sonréir.
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Gracias Guille!
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Hola Ana me ha recordado a cuando comentamos que los ordenadores pillan las manías de quienes los usan. Un relato muy humano muchas gracias. Un abrazo.
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Gracias a ti por pasar y comentar!
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Genial, esa picardía humana SAM! Y es que el instinto de supervivencia sería lógico hasta para una máquina! Y lo que es muy humano también es subestimar al prójimo como hacen los operarios! Un abrazo y suerte!
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Muchas gracias Marifelita!
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Hola, Ana!! Me ha encantado tu relato, es muy bueno. SAM está confuso y no sabe por qué ha hecho lo que ha hecho. Pero tal y como reflejas en el final, el androide está empezando a sentirse como un ser vivo y por eso lucha por sobrevivir. Enhorabuena, suerte en el tintero y un abrazo!!
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Gracias, saludos Cristina!
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Preciosoooo…. Y qué manera tan elegante de decir que sentía como un humano al final… (su corazón de silicio). Todo ser ansía la supervivencia, la vida… Quien sabe si en un futuro los robots no desearán su propia supervivencia por encima de la nuestra…
La descripción de sus actos en la fábrica fabulosa, exacta, realista, como si lo viera. Otro gran cuento para esta edición. Me encantó.
Un abrazo 🙂
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Hola Ana
Como dice el blog de Ainhoa y Guille, nuestros flamantes youtuberos, «Todo lo que tiene nombre, existe»
Y Sam es el único aqui que tiene nombre. El nombre, inevitablemente personaliza, o descodifica, si lo prefieres. Y algo se le pego. Por otra parte es un superviviente , con experiencia ya. El «B» nunca ce producirá, al menos mientras Sam exista.
Muy bueno. Genial la fiebre de Sam por la sobreemocion descontrolada.
Abrazo y suerte
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Hola Ana
Como dice el blog de Ainhoa y Guille, nuestros flamantes youtuberos, «Todo lo que tiene nombre, existe»
Y Sam es el único aqui que tiene nombre. El nombre, inevitablemente personaliza, o descosifica, si lo prefieres. Y algo se le pego. Por otra parte es un superviviente , con experiencia ya. El «B» nunca se producirá, al menos mientras Sam exista.
Muy bueno. Genial la fiebre de Sam por la sobreemocion descontrolada.
Abrazo y suerte
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Muchas gracias! Saludos!
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Hola Ana. Tenemos a un robot humanizado, que se resiste a ser reemplazado y lucha por su supervivencia, aun mintiendo y engañando a los despistados humanos que tienen una fe ciega en el androide y no se rebajan ni a revisar que pudiera ser él la causa de tantos fallos. Mucho me temo que de seguir así, al nuevo modelo tardará en ver la luz, aunque quizá sea lo mejor para todos, robots y humanos. Buen relato. Un abrazo.
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Gracias Jorge! Saludos!
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Me gusta mucho el relato. Una voz narrativa en tercera persona con conocimiento profundo de la historia que va narrando. Es una pena EMDO que se transforme en narrador omnisciente metiéndose en en las interioridades de SAM , en el párrafo final, sin avisar al lector.
Tal vez el lector agradecería una revisión y/o eliminación de alguna palabra :
que lo hizo descartar
sin razónal Z38-B y quea su vez le causó un consumo excesivo de energía y sobrecalentamiento en su sistema.Él no lo sabía, perolas debilidades humanas,como si de virus se tratase, habían encontrado la forma de instalarse en su corazón de silicio.Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Javier, gracias por tus sugerencias. Saludos.
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Hola Ana, parece que los androides se van actualizando a pasos de gigante. Esperemos que solo sea ficticiamente. Me gustó tu relato. Un placer leerte. Abrazos y feliz Navidad
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Hola Nuria, muchas gracias por pasar y comentar, felicidades para ti también. Saludos.
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Hola, Ana, me ha gustado la perspectiva que has elegido para narrar la historia, un relato muy visual, en el que nos cuesta poco identificarnos con el protagonista en cuanto saca a relucir su instinto de superviviencia, que parece aprendido y no programado, cuando ve aparecer al modelo sustituto en la línea de producción. El final humaniza el comportamiento del autómata. Buen relato, me ha gustado.
Suerte en el Tintero. Un abrazo.
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Muchas gracias Carles, agradezco tu comentario, saludos.
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Hola Ana. ¡Ay, pobrecito SAM! La humanización le ha llegado como un virus y lo está transformando en un ser que razona y decide en consecuencia, aunque aún no se dé cuenta de lo que le está pasando. Con un poco de suerte, Z38B, el que no tiene apodo ni lo tendrá, será irremisiblemente descartado y los ingenieros humanos seguirán confiando en su pericia para el control de calidad.
Me ha gustado tu relato y me ha gustado un final así para nuestro futuro también. Un abrazo.
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Hola, muchas gracias por leerlo y comentar. Abrazos de vuelta y suerte hoy en el partido de futbol.
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Muy bueno lo del virus. Me ha encantado esa manera de mezclar y hacer propias las características del otro. Muy Dickasiano, desde luego, me parece que has pillado el espíritu de los personajes de Dick a la perfección. Un buenísimo aporte y en la mitad de palabras.
Suerte con el concurso. Un beso.
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Hola MJ, si, es un cuento cortito. Gracias por tus comentarios y visita, espero pronto toparme con el tuyo para comentar. (Voy leyéndolos de a poco, lento pero seguro).
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A ver si llego…
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Me encanta leerte, así que por favor, sí llega.
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Gracias, Ana. Me has subido el ánimo escritor. Voy volando, mi chica…
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Hola, Ana, nos vas metiendo en la historia de ese mundo robotizado, para llevarnos a ese final que, por un defecto, tiene sentimientos humanos. La última frase es para encuadrar.
Un placer leerte, Ana.
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Muchas gracias por tu visita y comentarios María Pilar, saludos.
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No, si al final va a ser cierto eso de que nosotros somos los virus y las células cancerigenas no solo del planeta que habitamos. Al igual que todo un Dios dijo aquello de: «Creemos al hombre a nuestra imagen y semejanza» y salimos con taras innumerables; lo mis mo nos pasará con nuestras creaciones. Sam ya está infectado por la mediocridad.
Buen relato.
Abrazo.
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Hola Fran, concuerdo contigo, nosotros somos lo peor que le pudo pasar al planeta. Saludos.
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Lo hacen los animales Por qué el necesario instinto de supervivencia no va ser posible en un robot?
Lo has descrito de maravilla, Ana, mis felicitaciones.
Un abrazo¿
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Hola Doctor, gracias por visitarme. El tema de los androides da para mucho, se pueden imaginar infinidad de escenarios, me da curiosidad el futuro. Saludos.
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Hola Tigrilla, un androide que toma iniciativas cuando otro puede sustituirlo. Esto si que es humano. Una imitación fidedigna de lo que hacen los humanos. Esto si que es ya un avance, si fuera humano diría que es una evolución por supervivencia. Un abrazote
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Hola Emerencia, infinidad de escenarios son posibles. Ahora sabemos que la inteligencia artificial «aprende» de nosotros, no se me hace descabellado que a un androide se le pegue alguna cosa «cuestionable» de nosotros. Un gusto verte por acá. Saludos.
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Hola Ana, Sam se ha contagiado con los caprichos humanos o quizás de alguna forma siente que también podría ser reemplazado. Estos sentimientos lo humanizan y lo hacen débil. Buen relato 😊 Abrazos virtuales desde Puerto La Cruz Anzoátegui Venezuela ❤️
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Hola Raquel, un gusto verte por acá, saludos.
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Hola Ana, muy buen relato, un robot con un corazón humanizado, realmente me ha gustado mucho, saludos. PATRICIA F.
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Gracias, saludos y suerte…
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«Él no lo sabía, pero las debilidades humanas…», Me encantó, Ana. La debilidades humanas eluden cierta «perfección» pero también sirven para humanizar. Un gran abrazo y felicidades.
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Muchas gracias Juana, un gusto verte por acá. Saludos.
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Hola, Ana. El poder de las emociones es inabarcable, ni los androides se salvarían de ellas. Transmites mucho con muy pocas palabras.
Mucha suerte en el concurso.
Un abrazo.
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Muchas gracias! Saludos!
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Hola Ana!! Tu relato es estupendo, los humanos dejándolo todo en manos del robot y éste intentando sobrevivir, maravilloso. Enhorabuena. Un abrazo.
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Gracias Lola! Saludos!
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Hola, Ana:
Confieso que esperaba leer un nuevo relato protagonizado por “Robby” y sus compañeros rebeldes. Y me he encontrado esta joya que, quizá, marca el inicio de esa sublevación robótica: el reciclaje de robots plenamente funcionales.
Es siempre un estímulo el leerte, Ana. ¡Felices fiestas!
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Muchas gracias! Qué gusto que recuerdes a Robby! ❤️
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La rebelión de las máquinas con capacidad para tomar decisiones más allá de la decisión de sus creadores. Sam se resiste con todos sus circuitos.
Muy bien, Ana.
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Hola Isabel, gracias por pasar. Valoro mucho tus comentarios. Saludos.
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Hola, Ana. Muy buen relato. El robot sufre de conflictos internos que le sobrecalientan los circuitos. Cualquier parecido a la humanidad, no es simple coincidencia. Un abrazo
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Hola, Ana. Había leído tu relato para las votaciones, pero no tenía tiempo de comentar, así que lo hago ahora. Me ha gustado esto de un robot con instinto de supervivencia boikoteando los nuevos tipos. Un abrazo.
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Gracias por pasar!
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Hola, Ana. Acabo de leer tu relato y me sorprende lo cercanos que hemos estado en el tema a tratar. Mi cíborg también está contagiado por la naturaleza humana y cuando es consciente de ello ya no puede ver la vida como lo hacía antes.
Te deseo lo mejor en el concurso. Un saludo.
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Muchas gracias por comentar! El tema de los robots «humanizados» se ha repetido bastante en los relatos. Es curioso.
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Así que SAM estaba dotado de un espíritu de supervivencia, evitando, gracias a ello, ser desplazado por la nueva generación de robots.
Un relato muy bien hilvanado.
Un saludo.
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Hola Josep, gracias por comentar!
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Hola Ana, parece que Sam tiene algo de humano y sus circuitos lo delatan.
Bien contado
Un abrazo y suerte en el concurso
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Gracias Puri, igualmente.
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¡Hola Ana! Genial relato. El robot, como si de un humano se tratara, no quiere ser reemplazado por un nuevo modelo. Las emociones humanas parecen colapsar su sistema. Un saludo y suerte en el concurso.
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Gracias!
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Como siempre, he pasado y repasado a la hora de intentar seleccionar sin ser demasiado injusta, (me da un trabajo… que no veas). Bueno, por eso quería pedirte una autorización: en algún momento intentaré escribir algo titulado SAM, CORAZÓN DE SILICIO ¿Me lo permites? Feliz Navidad
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Por supuesto, me daría mucho gusto y me encantará leerlo. Saludos y felices fiestas para ti y los tuyos.
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Saludos Ana.
Que gran relato te haz construido, y creo que asi como tenemos vicios, los robots no seran mejor que nosotros en el tema de la vida cotidiana. No culpo a SAM, pues si no se hace estricto…. peligra. Aunque tarde que temprano alguien se dara cuenta que ocurre con ese control de calidad
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Muchas gracias Jose! Abrazo fuerte!❤️
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Hola, Ana. Has creado un personaje, SAM, de lo más entrañable y protector de los androides inferiores. Los humanos, haciendo de humanos, y el protagonista todo el trabajo. Con un terminal mucho más elaborado, y seguramente más inteligente, esos ociosos científicos perderían su comodidad y serían prescindibles.
Saludos y suerte. 🎄🎅🥂🖐️
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Gracias JM por pasar y comentar, suerte para ti también.
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Si lo escribo, (ahora estoy en receso de fin de año, ja,ja) por supuesto que lo leerás y te estará dedicado. En cuanto despierte la neurona te aviso. Un abrazo
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Claro que sí. Saludos.
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Me gustó un montón.. Sam, al experimentar el miedo de ser descartado, ese surgimiento de emociones lo está convirtiendo en un humano. Suerte en el concurso. Un abrazo.
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Gracias por tu visita!
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Hola, Ana! Me ha parecido muy buena la idea de hacer que el androide decida desobedecer a los humanos, movido por su instinto de supervivencia. Un abrazo!
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Gracias por pasar y comentar Beri, saludos…
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