Este tipo de ejercicio es muy divertido, imaginar una situación imposible, un “diálogo fantástico”
Stalin: Camarada, ¿no quieres un poco de vodka?
(se oye una voz de mujer, alterada, gritando)
— ¡Josef! ¿Te has vuelto loco? No enseñes a beber al chico.
Chavo: ¿No tendrá mejor una torta de jamón? (pone carita de angelito).
Stalin: ¿Torta de jamón? No sé qué es eso pero, ya que estas en mi país, ¿por qué no pruebas alguna delicia local? ¡Tráiganme a Irinia Nikolayevska!—grita.
Chavo: ¿Es un platillo tradicional?
(Entra una rusa despampanante y con poca ropa)
Stalin: (Sonriendo) Ahora si camarada, probarás algo genuinamente ruso.
(La voz de mujer se escucha de nuevo, aún más alterada)
—¡Josef! ¡No enseñes al niño esas cosas!
Stalin se encoge de hombros y dice: ¡Vamos mujer! Yo a su edad ya había librado varias batallas, ¡déjalo que se haga hombre!
Chavo: (Asustado y llorando) ¿No tendrán mejor una torta de jamón? Pipipipipipi…
Autor: Ana Laura Piera / Tigrilla