Caminando, haciendo unas compras, vi mi reflejo en una vidriera. No pude evitar tomar una foto. Esto no pretende ser una reflexión triste, de alguna forma nos hemos “adaptado” a todo esto que hemos vivido. ¿Se extraña nuestras vidas de antes? Pues si, pero aún dentro de estos tiempos difíciles hay momentos buenos. Valorémoslos. Sobre todo apreciemos lo que verdaderamente importa, creo que es una de las enseñanzas de esta pandemia. Aprovecho para agradecer sus visitas a mi rincón de la blogósfera. ¡Gracias!