Mi participación en el concurso de relatos de El Tintero de Oro, inspirado en la obra de Giambattista Basile y su obra El Pentamerón, precursor de los cuentos de hadas que hoy conocemos y que en su origen no eran aptos para niños. Te invito a visitar El Tintero para conocer las condiciones del concurso y leer sobre este autor y su obra también llamada «El cuento de los cuentos».

Éranse una vez dos hadas hermanas a las que desde pequeñas se les había dicho que serían «probadas por el fuego». Nadie lo entendió entonces hasta que las niñas se hicieron mayores.
Un día que paseaban por el bosque encantado, encontraron un bebé humano abandonado. Karya pensó que era la cosa más espantosa que hubiera visto: blanco y descolorido, parecía una prenda de vestir que se ha desgastado de tanto lavarse y ponerse al sol. Ptelea, en cambio, sintió compasión y decidió adoptarlo como hijo a pesar del fuerte desacuerdo de su hermana, que creía que lo mejor era dejarlo a su suerte.
Al principio, como todos los humanos, Orio era destructor y se llevó muchos sopapos cuando Ptelea lo sorprendía cortando flores, lastimando animales o robando a los duendes, pero con el tiempo aprendió a respetar. Se convirtió en un adolescente desgarbado, tan paliducho que incluso su pelo era de un rubio apagado. Vestía con una túnica hecha de hojas de árboles.
Desde muy pequeño su madre adoptiva le contó sobre su origen y le explicó que a veces, y por ignorancia, la gente suponía que los seres mágicos del bosque robaban a sus hijos en la cuna y les dejaban un sustituto, entonces, ciegos de dolor, abandonaban al niño que no consideraban suyo. Aun sabiendo eso, el muchacho tenía curiosidad sobre los hombres y a menudo se preguntaba cómo serían sus padres.
Karya nunca aceptó a Orio y resentía la atención que su hermana le prodigaba, así que siempre le acechaba, esperando el momento oportuno de borrarlo de sus vidas para siempre. Ese momento llegó un día que el muchacho, que aún no aprendía que «la curiosidad mató al gato», se acercó demasiado al pueblo. Le acompañaba Milo, un cervatillo huérfano que vivía con él. Karya observó que Orio dudaba en entrar, así que lanzó un encantamiento para que Milo se le desprendiera de los brazos y se internara en el poblado. Como el hada esperaba, Orio siguió al animalito.
«Ahí seguramente lo matarán» —pensó y se alejó muy contenta. Cuando vio a su hermana, le contó que su «amado» hijo la había abandonado y que se encontraba en el pueblo, con los de su clase.
—¡Debiste impedirlo! —dijo Ptelea alarmada, pero Karya simplemente sonrió de una manera maligna. Ptelea supo en ese momento que su hermana era en parte culpable del incidente.
La gente del pueblo se llenó de temor ante la visión de aquel ser tan pálido, vestido con hojas, paseándose por sus calles. Orio, en cambio, estaba encantado viendo aquel lugar tan diferente y de un puesto tomó algo esponjoso que se metió a la boca y que le resultó exquisito. Iba caminando y comiendo cuando escuchó voces detrás de él:
—¡Ladrón! ¡Agárrenlo! ¡Me ha robado pan!
La gente empezó a seguirlo y a tirarle piedras. Una mujer, pálida y desteñida como él, gritó diciendo que seguramente se trataba de un brujo que venía a robarse bebés, como había pasado con su hijo.
—¡Aprésenlo!
Orio estaba muy asustado. Las piedras y palos que le aventaban le hacían daño, y un grupo de hombres tenía sujeto a Milo y ya se imaginaban el banquete que se darían con su tierna carne. Apareció entonces, en medio de todos, una mujer muy bella que lanzó un hechizo que paralizó a la gente.
—¡Madre! —dijo el muchacho aliviado
—¡Vamos a casa! ¡Rápido! ¡El hechizo no durará mucho!
Camino a su hogar comenzaron a oler cómo el bosque se quemaba. Los árboles lloraban y los animales huían de las llamas. La gente había decidido acabar con el bosque y las criaturas que tanto temor les causaban. Apareció Karya, con el rostro desencajado.
—¡Te dije que este humano nos iba a traer problemas!
Orio se veía muy angustiado pero habló con valentía:
—Madre, llévense a Milo y sálvense. Yo propicié esto, deja que me encuentren y me maten y quizás con eso se calmen.
—¡Sí! ¡Deja que lo maten! —exclamó Karya.
Ptelea ignoró a su hermana e hizo que Orio y Milo subieran a un gran castaño y lanzó un hechizo protector alrededor del área. Karya miró a su hermana con rencor y luego comenzó a correr. Karya corrió y corrió, pero un conejo cuyo pelaje iba en llamas saltó hacia ella prendiéndole fuego a su vestido. Karya intentó escapar, mas ninguna magia tuvo efecto y en poco tiempo murió abrasada, experimentando gran dolor. Cuando la turba encontró el cuerpo retorcido y carbonizado del hada, se sintieron satisfechos y regresaron a sus casas.
Mientras tanto, Ptelea había ayudado a otros seres del bosque a salvarse y al final se reunió con Orio quien nunca quiso volver a saber de los hombres. Ptelea lloró a su hermana, pero comprendió que el fuego las había probado al fin y Karya obtuvo lo que se merecía, ya que «los delitos llevan a las espaldas el castigo».
Autor: Ana Laura Piera.
816 palabras.
Bonito cuento, Ana. Al final se cumple la profecía y fueron juzgadas por el fuego. La mala, malísima, jajajaja. Me ha gustado. Mucha suerte en el concurso.
Un abrazo.
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Muchas gracias!
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Precioso cuento. Al final, el castigo llega como justicia.
Abrazos a la distancia.
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Muchas gracias!
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Hola Ana, qué bonito, parece una leyenda y, además, real. Me ha gustado mucho. Suerte en el Tintero. Un abrazo. 😊
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Hola Merche, muchas gracias por leer, la verdad no suelo poner cosas tan largas, luego la gente no las lee jajaja, pero bueno para contar la historia de Las Dos Hadas tenía que explayarme un poco, aun así, fueron menos de las 900 palabras que marca como máximo el reto. Espero que te animes a participar. Saludos.
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Estupenda narración, un lindísima leyenda donde finalmente el fuego cumple su labor purificadora y se cumple la profecía.
Tienes siempre una gran maestría para el manejo del lenguaje Ana, siempre me encanta leerte. De verdad.
Un abrazo!
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Muchas gracias Maty, eres muy amable, saludos.
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Me ha encantado <2los delitos llevan a la espalda su castigo". Yo no estaba muy contenta con la idea de las moralejas. Me parecía una intromisión del autor sobre la comprensión del lector, pero ya van dos con marta Navarro que han sabido hacerlo muy bien. Un aplauso. Un abrazo
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Muchas gracias.
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Me copó el cuento, hermoso, bellísimo, con un ritmo que te va encantando y metiendo dentro. Gracias Ana abrazo
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Muchas gracias Themis. Saludos.
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Entretenido cuento con una moraleja clara. Al final la vida misma te pondrá en el lugar que te mereces. En el caso del cuento el juez fue el fuego. Muy bueno. Un saludo de ANTIGÜEDADES DEL MUNDO.
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Muchas gracias por pasar y comentar, saludos.
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Estupendo cuento «de hadas» en el estricto sentido de la palabra. Me alucina la facilidad que tenéis algun@s para cambiar de registro. Has hecho un muy buen trabajo y manteniendo tu propio estilo personal. Y centrado en la envidia, una característica muy usada en este tipo de cuentos. Me ha encantado.
Un saludo.
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Hola MJ, muchas gracias por comentar. Estaré pendiente de tu aporte. Saludos.
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Muchas gracias, Ana, por participar con este cuento en el homenaje a Basile y el Pentamerón. ¡Suerte!
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¡Me encantó!
Siempre llena de esperanza que el amor gane al odio; que el Karma castigue a los que debe; que la generosidad sea recompensada.
Además, una madre es una madre aunque lo niegue la sangre.
¡Qué grandísima CuentaCuentos eres, Ana! 😊🥰👍🏻
Abrazo feérico 🤗🧚🏻♂️
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Hola José, muchísimas gracias. Saludos.
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Hola, Ana, qué cuento tan precioso nos regalas. Me ha atrapado de principio a fin. Con ese nudo de maldad de la segunda hada que provoca tanto dolor no sabes cómo va a terminar. El final redondea la historia para que siga siendo encantadora y nos saque una sonrisa.
Un saludo.
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Hola María Pilar, sí, la verdad es que una de las hadas es bien mala jajaja. Gracias por pasar y comentar, saludos.
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Hola Ana.
Triste y poético relato que castiga a quien merece castigo y salva a quien merece ser salvado, como buena fábula. ¡Me encantó el ambiente que describes tan bien, el miedo de su madre y la lógica curiosidad de Orión!
¡Muy buen aporte al reto!
Un abrazo.
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Ojalá participes en el concurso, estoy segura que aportarías algo muy bueno. Fíjate que el requisito era crear un cuento de hadas inspirado en los más antiguos cuentos, precisamente hechos por Giambattista Basile. No son cuentos para niños, más bien para adultos y con el tiempo eso se perdió y se hicieron tiernos y amables pero al principio eran bastante duros y por supuesto iban con moraleja. Es un tema interesante. Gracias por comentar.
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Hola Ana. Hay una escena en la que el niño se acerca al pueblo a conocer a los humanos, que me recordó a Kipling y el libro de la selva, y es que tu relato tiene la esencia no solo de los seres encantados que viven en el bosque, sino que está impregnado de naturaleza. También hay conflicto, un cuento sin conflicto es menos efectivo y finalmente, la fábula con su finala aleccionador.
Muy bien, Ana.
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Muchas gracias por pasar y comentar, Isabel. Saludos.
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Hola Ana. Sí, estoy haciendo las correcciones al cuento que preparo para el Tintero de Oro. Saldrá pasado mañana, para darme tiempo a que me guste. No suelo subirlo recién terminado porque necesito ese tiempo (a veces corto, a veces largo).
Me gustan los retos de El Tintero, pero es que este tema me encanta. Y no me lo podía perder. Ya veremos.
Gracias por darme ánimos para participar. Un abrazo.
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Estaré atenta para leerte!
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Hola Ana. Tu cuento toca muchas de las debilidades humanas, el eterno conflicto entre el bien y el mal, la bondad y la entrega frente a la mezquindad y el egoísmo, el miedo y rechazo al diferente al que se culpa siempre de todas las desgracias. Por otro lado hay un componente de comunión con la naturaleza, que el humano se empeña en destrozar sin darle el valor que tiene. Al final se hace justicia y cada cual se lleva lo que ha cosechado. Un abrazo.
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Hola Jorge, muchas gracias por tu comentario. Estaré al pendiente de tu participación. Saludos.
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Precioso, Ana. Un cuento de hadas con dos personajes antagónicos y esa pizca de oscuridad necesaria para mostrar la envidia y la maldad. Me ha gustado mucho la ambientación y el tono del relato. La moraleja estupenda también. Felicidades y mucha suerte.
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Muchas gracias Marta, te agradezco la visita y el comentario. Saludos.
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Bella historia, con bastante accion!! Dos hadas opuestas en comportamiento. La mala o envidiosa, termino bastante mal. aunque los buenos tambien sufrieron la violencia de los aldeanos. Me encanta…. porque cumple bien el reto y fue agradable de leer.
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Muchas gracias José, saludos.
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Hola Ana, un hermoso cuento, lleno de incertidumbre y sorpresas, que encandilan por su belleza. Me gustó mucho, aunque Karya muriese quemada, todo tiene consecuencias, menos mal que Ptelea ayudó a otros seres del bosque a salvarse.
Te aplaudo gratamente. Un abrazo
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Muchas gracias Nuria, saludos.
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No diría que es un final feliz, tiene algo de amargo. Lo que está bien porque los cuentos de hadas no necesariamente tenían finales felices. Ptelea lloró la muerte de su hermana, lo que es acorde con su bondad.
Karya fue victima de lo que ella desató. Pero algo de razón tenía sobre la maldad humana. Que quedó sin castigo.
Sospecho que la historia del intercambio era cierta. Que Karya no era un hada, sino una humana que fue intercambiada por la mujer pálida, que había en el pueblo. Quien abandonó a su hijo, que resultó ser Orio.
Tiene sentido que Orio no haya querido volver al pueblo, tan malvados y prejuiciosos. Si tenía a un hada bondadosa como madre.
Muy bien contado. Un abrazo.
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Hola Demiurgo, efectivamente el final no es tan feliz, los cuentos de Giambattista Basile son un poco así, pasan cosas feas, hay asesinatos, cosas muy crudas y grotescas, no eran para nada aptos para niños. Tienes razón en que la mujer del pueblo era la madre de Orio, lo de Karya nunca lo pensé, la verdad pero también suena muy interesante. Gracias por comentar. Saludos.
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En tu estupendo relato me gustan las descripciones y también que no has ahorrado los detalles macabros que caracterizaban aquellos viejos cuentos que han llegado a nosotros muy edulcorados, muy adaptados por toda clase de suavizadores. Eran cuentos morales y eran relatos duros y con moraleja para ofrecer una visión del mundo, no eran historias de Disney.Oportuno decirlo en época de obscenas censuras.
Un abrazo
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Así es Dr. Krapp, los cuentos de Giambattista Basile, que escribió el que es el precursor de los cuentos de Hadas, el Pentamerón, son cuentos no aptos para niños, por los temas que tratan y la forma en la que los tratan. El reto se trata un poco de eso, de escribir algo acorde al Pentamerón. Gracias por tu comentario y visita, saludos.
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Hola Ana, excelente cuento con moralina la verdad es que no tiene nada que envidiar a ningún cuento de hadas. Enhorabuena. Un abrazo.
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Muchas gracias Ainhoa, saludos.
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La pena es tener que aprender la lección a base de tanto sufrimiento. Pero por otro lado mejor sufrir en las propias carnes que los demás paguen por culpa de nuestros errores.
abrazo.
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Es triste pero es cierto Fran. Gracias por tu comentario y visita. Saludos.
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Muy buen relato. Con un desarrollo completo de una historia, con su oportuna profecía cuya explicacion no se revela hasta el final. es puramente de hadas completamente original ( muchas veces, estas fantasías suenen a ya conocidos, pero en este no.
Por aquí suele decirse que » la envidia lleva en el pecado la penitencia», y se refiere concretamente a la envidia, que es precisamente el que tratas.
Abrazo
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Hola Gabiliante, ese dicho que mencionas también hubiera quedado muy bien. Gracias por tus comentarios. Saludos.
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Hola. Ana. Muy bien logrado el cuento de hadas, tiene todos los elementos de los relatos maravillosos y, además juega con los contrastes, muy propio del movimiento barroco (yo pude verlo en la dicotomía entre el hada buena y el hada mala). Genial relato. Mucha suerte en el concurso. Un abrazo.
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Muchas gracias por leerlo y comentar Cynthia. Saludos.
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Una historia intensa, edificante y muy bien desarrollada. La he leído varias veces, sobre todo el final, porque percibo algo que también está ahí, además de esa proverbial justicia de la moraleja, y es la redención de Karya en su acto final. De hecho, su muerte no es en vano: los aldeanos se dan por satisfechos con que ella reciba su castigo y ese sacrificio, de alguna manera, ayuda a salvar a los demás. Por mucho que sus últimas palabras sean «Deja que lo maten», no dejo de creer que en el último instante ella quiso cambiar y ser esa salvación, que su sacrificio fue voluntario. Que grandes las historias que le hacen a uno pensar asi. Me ha encantado, Ana. Un abrazo.
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Muchas gracias Isra, si, puede ser que en sus momentos finales ella se haya redimido de algún modo. Gracias por comentar, estaré atenta a tu participación. Saludos.
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Maravilloso cuento, Ana. Lleno de magia, hechizos y paradojas. Que la madre verdadera de Orio sea quien grite que lo apresen mientras la adoptiva sea la que le salve, creo que lo dice todo.
Mucha suerte en el concurso.
Un fuerte abrazo.
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Muchísimas gracias por pasar y comentar, saludos.
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Hola Ana me ha encantado el cuento, al final siempre terminamos pagando por nuestros actos, saludos,
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Hola Cecy, si, parece que es ley de vida eso. Saludos.
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Hola Ana, es muy buena tu historia, dos hermanas tan diferentes que a pesar de pertenecer al mundo mágico una es tan piadosa y la otra encierra sentimientos tan humanos como el odio, muy buena historia, saludos.
PATRICIA F.
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Muchas gracias Patricia, saludos.
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Hola, Ana. Como buen dices, los delitos llevan a sus espalda el castigo. Este hada no quiso nunca al huérfano, buscándole el mal, y en su lugar encontró el castigo. Lástima los animales y árboles que se perdieron por su culpa.
Te ha quedado muy bien la propuesta. Enhorabuena y mucha suerte.
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Muchísimas gracias por pasar y comentar. Saludos.
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Hola, Ana. Magnífica historia cimentada con y a partir de esa frase final que le da sentido a lo leído a parte de ser moraleja. Está muy bien escrito, por eso todo se reconduce y te deja un gran sabor de boca. Me encantó, Ana.
Un abrazo!
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Muchas gracias Pepe, saludos.
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Hola Ana, me ha gustado mucho, un gran cuento de hadas que toca muchas debilidades humanas y con un buen cierre de moraleja. Suerte y saludos!
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Muchas gracias Lulita, saludos.
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Un cuento absolutamente redondo, moraleja incluida. Me has dejado encandilada como a una niña. Sin duda, tienes el don de inventar historias. Ésta podría ser todo un clásico. ¡Bravo por tu imaginación!
¡Abrazo grande!
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Hola, Ana!! Qué bien y con cuánta sensibilidad has narrado esta historia. Qué bien has reflejado esa reacción humana hostil ante lo desconocido que solo se apacigua con la muerte de Karya que cae en su propia trampa. Me ha gustado mucho. Un abrazo!!
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Muchas gracias Cristina, saludos.
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El eterno conflicto entre el amor (Bondad) y la envidia (Maldad) entre dos hermanas muy bien señalado con una moraleja aleccionante. Cada uno debe hacerse responsable de sus hechos, no cabe duda. Gracias por este bello cuento. Un abrazo, Ana.
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Muchas gracias Myriam por pasar y comentar.
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¡Hola Ana! Parece que no todas las hadas tienen el corazón tan puro como se suele esperar de ellas. Karya estaba totalmente contaminada por la envidia y al final sus viles actos tuvieron consecuencias. Un muy buen cuento, en el que salen a la luz muchos conflictos, entre las propias hermanas y entre el mundo humano y el de las hadas. Un saludo y mucha suerte en el concurso.
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Muchas gracias Rocío, por pasar y comentar. Saludos.
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Hola, Ana. Me gustó mucho tu cuento. Tiene una escritura ágil y te va atrapando. La idea de que el fuego pusiera a prueba a las hermanas es interesante y la moraleja se desprende naturalmente de ese final.
Un abrazo
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Muchas gracias Mireugen, saludos…
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Hola Ana, un cuento de hadas con esas dos hermanas totalmente diferentes, y con sus hechizos tan propios de la situación que viven.
Un abrazo
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Muchas gracias Puri, saludos…
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Mientras lo leía, pensaba que era realmente una leyenda. ¡¡Está estupendo,Ana!! Un abrazo
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Muchas gracias Lola, saludos.
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Qué bueno, Ana, un gran cuento el de Karya y Ptelea. Un abrazo
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Muchas gracias Emerencia, saludos.
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Qué gran cuento, Ana
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Gracias…
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Link Ana Gracias! Juan
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¡Muchas gracias Juan! Saludos.
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Hola, Ana. La que yo sí creo que cambiaron de cuna fue al hada maligna que era, cuando menos, hija de una bruja. Bueno, al final lo arreglaste y quedó de manifiesto que la madre adoptiva si era merecedora de ser hada porque incluso la verdadera madre cuando tuvo ocasión de recuperarlo lo repudió.
Saludos y suerte.
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Gracias JM, suerte para ti también, saludos.
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Que final tan doloroso, pero que cada uno busca su destino, mal obras mal acabas Hermoso cuento para los que no creen que podemos transformar la realidad de alguien con amor. Abrazos virtuales desde Venezuela.
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Muchas gracias por tu visita y comentario, saludos.
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