La Última Búsqueda.

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El viajero de mil caminos se dejó caer en espera de la Muerte, la deseaba. Anhelaba que esta llegara y pusiera fin a su sufrimiento. No lo atormentaba el dolor físico de su cuerpo, maltrecho por tantas jornadas. Le dolía no saber qué sigue tras exhalar el último aliento.

Después de visitar todos los continentes, entrevistarse con sabios y consultado oráculos sin obtener respuestas, lo entendió. Solo ella, que está presente en el instante en que todas las miradas se apagan y que observa, como lo haría una madre, esos primeros y vacilantes pasos hacia el umbral desconocido, podría borrar su ignorancia.


Mucho la había esperado, pero esta dama no llega a capricho nuestro, sino en sus propios tiempos, y a veces, coqueteando con nuestros deseos, nos deja esperando, y otras se aparece de improviso cual intruso en la noche que se sienta a nuestra mesa sin ser invitado.

Gruesas lágrimas de alegría rodaron por las secas mejillas del viajero cuando la vio llegar, engalanada como para un baile. Ella abrió su boca desdentada y oscura. «¡Por fin!, el secreto a punto de ser revelado» —pensó—. Pero de esa boca de tinieblas no salió ni un sonido, solo señaló con su huesudo dedo el tiempo pasado. Él vio toda su vida en un segundo, y entendió que su existencia, con todo lo bueno y con todo lo malo, había sido plena. Ahora conocería los misterios y la plenitud de la muerte, privilegio exclusivo de los que ya no deambulan por la tierra.

Inició su último viaje del brazo de aquella dama, y mudos los dos, atravesaron el abismo.

Autor: Ana Piera

18 comentarios en “La Última Búsqueda.

  1. ¡Qué bueno, Ana!
    Con qué belleza reflejas ese momento tan crucial, en este caso esperado y deseado.
    La fotografía es todo belleza. Composición, colorido, pose, atracción. Si la muerte se presenta con el aspecto de esta chica, es normal que el viajero se sienta dichoso y la acompañe complacido.
    Yo, por si acaso, le voy a decir al maquinista que dé unas vueltitas más, antes de bajarme en la misma parada que la chavala. 😜😂
    Maravillosa narración, enhorabuena.
    ¿Estás calentando para el VadeReto? Este sería un magnífico regalo. 😂😝
    Un abrazo redivivo.

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  2. ¡Qué precioso! Me ha encantado, es el arte de sublimar ese último pasaje de una forma muy bella, con el dedo de esa huesuda que promete algo muy alentador y mirar todo lo sucedido en este plano. Sencillamente, lindo. De eso que se agradece.

    Me encanta el nuevo formato de tu blog, Ana.

    Un abrazo con cariño.

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