
—Dicen que les empezó una fiebre atroz y que otro de los síntomas era sentir un sabor a vinagre en la boca.
Mientras escuchaba a la clienta, el carnicero sacó un trozo de carne del refrigerador.
—¿Cómo la va a querer esta vez, Doña Angustias? —Le mostraba como un trofeo aquel pedazo de músculo y grasa, donde blanco y rosado se combinaban. La mujer casi no puso atención y dio su aprobación con un ligero movimiento de cabeza.
—Molida, por favor. Voy a hacerles un pastel de carne a mis nietos. ¡Ah!, pues le iba diciendo, pareciera que fue epidemia, muchos se enfermaron y fallecieron. ¿No vio que pusieron a los muertos en la plaza de toros, a la espera de ver qué se hacía con los cadáveres? Ya el cementerio estaba a reventar. Teníamos mucho miedo, con tanto calor y humedad los cuerpos no iban a aguantar. El alcalde casi se nos muere de un infarto por la preocupación.
—¿Y qué sucedió después? —Preguntó el hombre, al mismo tiempo que recibía entre sus dedos los blandos y rosados hilos que salían por el molinillo.
—Nadie sabe. Los cuerpos desaparecieron.
—Los habrán llevado a otro lugar a enterrar o a quemar…
—Supongo que sí, pero la gente está molesta. Los familiares demandan saber qué sucedió con los finados. A mí lo bueno que no se me murió nadie.
—Aquí tiene, doña Angustias.
—Oiga Rómulo, la carne tiene un color raro. ¿No?
—Apenas nos la trajeron temprano, está muy fresca y buena. No se preocupe…
Autor: Ana Laura Piera / Tigrilla
Uy, esa carne sospechosa.
Muy bueno, Ana.
Sorprendente.
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias! saludos…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bueno!! Aunque el pastel de carne no sé yo como saldrá..;-)
Me gustaLe gusta a 1 persona
Debe estar sabroso… (eso creo jajaja)
Me gustaMe gusta
Que cada uno piense lo que quiera pensar, realmente dejas el relato para la incógnita!
Muchas gracias por compartir el relato.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias! Saludos!
Me gustaMe gusta
Mmmm creo que prefiero no probar ese pastel de carne.
Muy bueno… El relato Ana ☺️
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Saludos Maty!
Me gustaMe gusta
La tierra a la tierra, la carne a la carne, mucho o poco hecha. Me ha gustado el pastel, también el hermoso cuento.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Jajaja gracias Joiel!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Pues qué quieres que te diga, Ana. Dónde hay hambre que a mí no me den brócoli. 😅😂😂
No sé que da más mieo, la insinuación del relato o el carnicero de la foto. Con esa postura de «ven pa’cá, no te vayas» y ¡los ganchos de la izqda!
Buenísimo, Ana. Felicidades.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja! José, gracias por pasar y leer.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja, nos has metido el miedo en el cuerpo. Por si acaso, está noche un yogur y una manzana.
En está historia parece que estamos todos en la carnicería esperando a que nos atiendan. Me gusta como lo has contado.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Ángel. ¡Abrazote!
Me gustaMe gusta
Genial Ana. Dejas el final abierto a gusto del lector, dependiendo de lo maquiavélico que sea nuestro pensamiento jajaja. Sinceramente, yo creo que no comería del pastel de carne de doña Angustias, aunque quizás, con una salsa picantilla…. 😉 Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Con hambre todo se antoja… Saludos!
Me gustaMe gusta
Jajajajaja. ¿Has visto «Delicatessen»? Genial película, tanto como tu relato (En lo personal, me fascinan las historias donde abunda la suspicacia), Ana. Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Alejandro, no la he visto, la buscaré!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues yo tengo una pequeña hipótesis, si esta pandemia nos hubiese tocado en tiempo de hambruna o una pos_guerra, ten por seguro, que todos los que murieron por el covid, y que según dicen una vez que la persona fallecida por covid, no lo transmiten, di que el carnicero hizo su agosto con la carnicería, muy buen micro. Te diré otra cosa, en tiempos de guerra civil de mi país allá por el año 36, si no tenían para comer o en la pos_guerra, la gente del pueblo, comían, gato, perro, o caballos burros viejos, todo por la súper vivencia, te deseo una feliz tarde besos de flor.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Flor, no sé de donde seas pero mi abuelo contaba que en la Guerra Civil Española, le tocó comer de todo lo que podían. Tienes toda la razón, la supervivencia va primero. Saludos.
Me gustaMe gusta
No sé yo, más bien que no probaré ese pastel, no vaya a ser…Gran relato, Ana!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja, igual hay que darle una oportunidad y sabe rico. Saludos.
Me gustaMe gusta
¡Fresca y buena! Al menos la podían dejar macerando unos días en la cámara que se le vaya el aroma ácido.
Buaghhhh, mañana a comida vegetariana, chícharos con fréjoles. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja, cuando hay hambre todo es bueno. Saludos, Carlos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Di que no como carne, pues creo que después de leer esto dejaría de hacerlo, un abrazo, muy bueno
Me gustaLe gusta a 1 persona