
Primero les mostró los secretos del terribe Necronomicón, luego les hizo leer la Biblia Satánica. Conforme caían los velos, más deseaban profundizar en aquel conocimiento. Con el Malleus Maleficarum y el Manual de Múnich aprendieron las artes oscuras de sabias brujas y legendarios magos.
El tribunal determinó que aquel monje de oscuros orígenes corrompió a los novicios. Todos, incluído él, fueron condenados a morir en la hoguera. Sus cuerpos, al ser abrasados, liberaron el conocimiento prohibido en forma de espeso humo negro que acabaron entrando en los acusadores y el pueblo que observaba.
Se multiplicaron los maestros, la doctrina viajó a lugares lejanos y aquello ya no lo pudo parar nadie.
Ana Laura Piera Amat / Tigrilla
https://bloguers.net/literatura/libros-malditos-microcuento/
Hola Ana, que genial relato, y que buena vibra da, aquellos que quisieron castigar, solo consiguieron lo contrario de los que sus malvados actos perseguían. Un abrazote grande
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Hola Mik si tan solo fuera así en la vida… gracias y saludos.
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Ana, increíble TANTO en tan pocas palabras. Gran micro. Saludos!!!
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Hola, gracias Maty, saludos.
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Excelente relato, expresa bellamente la idea de que la persecución multiplica lo perseguido, al menos así lo entendí. Saludos!
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Exactamente lo entendiste perfecto. Gracias por pasar y comentar.
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Muy bueno Ana, un muy buen relato para ejemplificar que aquello que queremos erradicar con la censura se riega con más ahínco, un abrazo
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Gracias Themis, saludos!
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Si quieres que el hombre no siga una doctrina, pues no la prohibas. Lo vedado siempre es más atrayente que lo permitido.
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Así es Alex, saludos y gracias por leer y comentar.
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¿Qué atractivo es lo prohibido? ¿verdad?, siempre fue y será así. Me gustó mucho. Un saludo
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Muchas gracias por comentar! Abrazo!
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Oh, que final más inesperado. Continuaron con su oscura magia hasta el final para que no cayera en el olvido
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Gracias por visitarme y comentar. Saludos!
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Buenísimo relato, Ana.
Lo prohibido siempre causa una incontrolable atracción, de esto saben mucho los niños. De hecho, como cuentas, los libros «malditos» y censurados son muy codiciados.
Me encanta ese final porque cuando se intenta controlar por medios coercitivos suelen originarse los efectos contrarios. Ese «Se multiplicaron los maestros» refleja con contundencia que el conocimiento no conoce de barreras y que hay que convencer con la razón y la educación, no con la fuerza.
¡Ojalá en la vida real!
Mucho mensaje entre líneas. ¡Enhorabuena!
Un abrazo.
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Muchas gracias por leerlo y comentar. Si, lo prohibido, lo que nos niegan siempre nos llama la atención. Nos sale lo rebelde, nos preguntamos los porqués y bueno… Gracias por pasar y comentar. Saludos
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I like to read your well written summary of book…
interesting
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Tapar el sol con un dedo nos hace comprender que la luz existe. Bella lectura de lecturas.
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Gracias Joiel, éste es el texto que te decía era similar al que pusiste el otro día. Saludos!
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Que bueno, por lo demás ya se me han adelantado en otros comentarios. Una forma muy buena de promocionar un libro es prohibirle, no solo conseguirá fama incluso será leído.
Un abrazo.
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Muchas gracias por visitarme Ángel y por comentar. Saludos!
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Qué gran micro, Ana. En pocas palabras has construido una historia redonda. ¡Te felicito!
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Muchas gracias!
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Sera por ello que todos somos algo brujos. Excelente relato amiga mía.
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Muchas gracias por visitarme Oswaldo
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Estupendo micro, Ana. El conocimiento siempre ha sido pecado desde que Eva mordió la manzana del árbol de la ciencia bíblico. Un abrazo!
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Muchas gracias David!
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