
Bajo el sol del atardecer y en la orilla oeste del Nilo, en Tebas, se llevaba a cabo el fastuoso entierro de Rahotep, el escriba favorito del poderoso faraón de Egipto.
Uno de los sacerdotes oficiantes colocó en la suntuosa tumba una pequeña talla de piedra con forma femenina, sin piernas, y pronunció una sentencia de servidumbre eterna. En la escultura estaba imbuido mágicamente el espíritu de Merari, una joven a la que el escriba había hecho suya a la fuerza infinidad de veces y a la que consideró imprescindible para poder disfrutar a plenitud de la otra vida.
Cuando el mausoleo quedó a oscuras y sellado para la eternidad, Merari intentaba con todas sus fuerzas desprenderse de la figura que la contenía, pero sin éxito. Al carecer simbólicamente de piernas, estaba condenada a permanecer ahí. Silenciosa, pero intensamente, imploraba a la diosa Hemsut que la asistiera.
A veces los dioses, son misericordiosos con las personas, y Hemsut se apiadó de ella, permitiéndole que le crecieran alas.
Rahotep vio con horror cómo las frágiles alas ahora adosadas a la figura de Merari, comenzaban a moverse. La figura se rompió en pedazos y el espíritu de la muchacha inició su vuelo hacia la ansiada libertad.
Una mueca horrible se instaló en el rostro embalsamado del escriba al verse privado para siempre del placer que le robaba a Merari. Así sería descubierto, así sería recordado.
Autor: Ana Laura Piera / Tigrilla
Me alegra que la diosa Hemsut la ayudase a volar. Salludos
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Gracias por pasar!
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Tus cuentos siempre son cortitos pero determinantes. Me encantan! Un abrazo!
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Gracias por pasar!
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Me gustan tus cuentos, este tiene un dejo muy tierno le da un toque especial, un abrazo
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Muchas gracias!
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La diosa fue sabia y el escriba un auténtico villano, gran relato Ana, como siempre de mucha calidad¡¡¡ un abrazo grande¡¡
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Gracias por pasar Mik!
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Merari vuela libre y ammyt dará cuenta de Rahotep, personas tan viles no merecen ser inmortales.
Ana, por lo menos en tu cuento se hace justicia. Buen micro.
Un abrazo.
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Muchas gracias Ángel!
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Ser recordado para siempre bajo el rostro de la pérdida, muy interesante!
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¡Qué buen relato! Toda una catarsis los segundos que dura la lectura. Gracias! Un saludo 😊
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Gracias Maty!
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El misterioso y encantador Egipto siempre es idóneo para regalar fantásticas historias, místicas y asombrosas. En tu relato se saborea perfectamente ese ambiente y la alegoría de Merari nos permite escapar volando con la imaginación para disfrutar de la libertad de tus letras.
Felicidades, un Abrazote.
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Muchas gracias! Saludos!
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Siempre resulta interesante visitar tu espacio. Gracias.
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Gracias Oswaldo, te mando un abrazo.
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