
El intenso frío me pegó como patada de mula; después fui consciente de la tierra, una tierra granulosa y húmeda que me envolvía cual mortaja. “Ni siquiera fui digno de una caja”, pensé. Abrí la boca y quise gritar de indignación y toda esa tierra se precipitó a mis […]
El privilegio de los difuntos por Ana Laura Piera
Holaaa Ana, jajaja me llevaste a recordar un relato del gran Poe, sobre un tipo que tiene miedo a ser enterrado vivo, luego de esa sensación, pasé a reír, y disfrutar cada palabra, un grandísimo relato amiga, un abrazoteee¡¡¡¡
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Gracias por visitarne Mik y por tu comentario.
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Que bueno, de verdad, me enganchaste desde la primera frase, un cuento con un suspense muy bien dosificado y un final que te deja imaginando el terror y el sufrimiento.
Un abrazo.
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Gracias Angel, me encantan los temas de fantasmas, suempre me pregunto que hay qué hacer para convertirse en uno. Saludos!
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¡Hola, Ana! Desde luego que quienes le enterraron no dejaron cabos sueltos, ni quejarse le han dejado. Un micro brillante de principio a fin… o inicio de algo más, al leer el título llegué a pensar que presentabas un libro. Un abrazo!!
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Hola David, gracias por pasar, lo aprecio mucho
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Me encanta cómo exploras las variaciones en tu relato: Lo que inicia con claros acentos rulfianos termina siendo el más ácido humor macabro, en la mejor tradición de la narrativa mexicana, Ana. Gracias por compartirnos este genial texto. Saludos
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Gracias Alejandro! Aprecio mucho tu comentario
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¡Muy bueno! Un saludo afectuoso, Ana.
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Hola! Muchas gracias!
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Siempre es grato degustar tus convites. Gracias amiga.
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Hola Oswaldo, gracias por pasar!
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Final abrupto, también necesario; de alguna forma, delicioso.
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Lo de jalar las patas a los vivos esta infravalorado, pero creo que me dedicaré a eso cuando ya no esté en este mundo pues a mí me suena a pura diversión. Saludos.
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Amén.
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¡Hey, Ana! Agradezco tanto tu visita, que me ha permitido conocerte y seguro que aquí he de pasar muy gratos momentos. Gracias! Un abrazo 🌹🌹🌹
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Hola Maty, gracias por pasar!
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Siempre se dice que la venganza es un plato que se sirve frío. En este caso, es casi helador. Genial cuento de terror, pero agradable de leer, además creo que nos hace a los lectores ser solidarios con el fantasma. Un abrazo Ana.
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Quién no quisiera poder ir y «jalarle los pies» a más de uno? Saludos!
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Hola Ana, me encanta tu personaje, a pesar de la soledad encontró un modo divertido de pasar el tiempo y de paso, vengarse. Un abrazo 🐾
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Gracias Rosa, me gusta imaginar que la vida después de la muerte puede ser divertida.
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