—Mira Mariano, hay luna llena. Su luz no pide permiso para entrar, me gusta su fría insolencia ¿ves?
—Prefiero mil veces mirarte a ti.
Tita sonríe, pasa sus manos por la oscura cabeza que descansa en su vientre. Sus dedos huesudos y de uñas largas pintadas de rojo se enredan en el pelo negro y lacio. Mariano levanta la cara, de ella cuelga una sonrisa traviesa, parece un niño fraguando alguna fechoría. Poco ha cambiado él en los últimos quince años, sigue siendo el mismo hombre de aspecto anodino, de ojos pequeños y cuerpo de perro parado, sin atractivo aparente, eso si, bien conservado, indultado por el tiempo y sus estragos.
Hace quince años Tita Pacheco era la mejor con su físico de diosa y su dominio absoluto de las artes amatorias. Entre sus clientes solo se contaba gente de las más altas esferas del poder político y empresarial de México. ¿No se había suicidado el General Torres, enloquecido de amor por ella? Muchos hombres le habían ofrecido apoyo a cambio de exclusividad, pero Tita Pacheco nunca sucumbió antes tales propuestas. Amaba la libertad por sobre todas las cosas y también disfrutaba el tiempo que le dedicaba a Mariano, al cual no estaba dispuesta a renunciar por nada.
Mariano, el insignificante, el oscuro «empleaducho» —como solía decir la madre de Tita—, que no tenía nada que ofrecerle excepto su compañía en las horas más negras, su lealtad, su apoyo, su amor incondicional aún a sabiendas de la naturaleza de su trabajo.
Tita ha cerrado los ojos, la lengua de Mariano se ha vuelto una mariposa que revolotea entre sus piernas y se posa en su sexo, penetrándola dulcemente. Al menos el cáncer no le ha quitado eso, aún puede sentir. Su boca deja escapar los gemidos que nacen en su vientre y suben en tropel por su garganta. Sonríe. Pensándolo bien nunca ha sido libre, su cuerpo podía ser de todos y de nadie, pero su corazón solo de uno, y nunca conoció una cárcel más hermosa que ese amor sin pretensiones de su Mariano.
Autor: Ana Laura Piera / Tigrilla
https://bloguers.net/literatura/amor-sin-pretensiones-relato-corto/
Otro cuento con el tema del amor, pero ahora tratado de forma muy diferente:
En la mejor tradición de nuestra literatura. Qué descubrimiento (mío) después de haberte leído en el post de Juan Crivello recomedando tu blog. Saludos desde Villahermosa, Ana…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias! Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Hola, Ana! Bueno, es lo que tenemos los que no hemos sido especialmente guapos de jóvenes, que aguantamos mejor el paso de los años como Mariano, je, je, je… Bueno, ahora más en serio, es un relato que nos dibuja una historia de amor profunda aunque sea sin pretensiones como reza el título, pero ese es el verdadero amor el que da sin pedir nada a cambio. Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias por pasar David. Saludos!
Me gustaMe gusta
Es que no te cansas de sorprendernos?? Leer tu relato ha sido como un paseo inesperado, a un lugar inesperado, lleno se situaciones inesperadas.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, me agrada que te sorprenda, saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Lubrica y tierna historia de amor a pesar del tiempo, el dinero y la enfermedad. ¿Qué más se puede pedir?
Me encanta leerte, un abrazo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias por pasar Angel!
Me gustaMe gusta
Esta historia celebra la belleza de la humanidad en cada una de sus letras. Gracias por compartirla Ana. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti por pasar Carlos!
Me gustaMe gusta
Dulce dentro de lo cruda que es la realidad, muy lindo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Natalia! Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Qué bonita historia de amor! Amores van, amores vienen y solamente uno permanece. Y qué más que esto, una permanencia en el mundo de lo efímero, lo mejor de lo mejor!
Saludos Ana, de verdad que eres algo serio.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Maty! Me encanta que te guste!
Me gustaMe gusta
Holaaa Ana, qué tal ? me ha encantado este micro, quizá uno de los mejores o que a mí mas me ha conmovido leer, felicidades, un gran abrazote Saludos!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Mik, aprecio tus palabras. Saludos…
Me gustaMe gusta
La lealtad no debe infravalorarse nunca. Es un activo hermoso. Y Tita y Mariano son, por encima de otras situaciones, leales entre ellos. Así somos. Espléndida historia. Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Sabius! Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
La maravillosa primera línea de diálogo promete y el resto de la historia cumple con su palabra.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por pasar Joiel, saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bueno, Ana. Ojalá algún día pueda aparecer en MMex.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Claro!! Saludos y gracias por leer…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sin pretensiones es el título, pero el relato es tan profundo, tan intenso que te deja ese poso de la buenas lecturas.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mil gracias!
Me gustaMe gusta
Existen amores así de especiales, sin condiciones, sin promesas. Me encantó la descripción de Mariano, nunca había oído lo de perro parado. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola! Si, es una expresión de mi país México. Imagina un perro parado: piernas flaquitas, el pecho muy salido…
Me gustaMe gusta
Ahora estas recreando esa parte dulce, y estás dejando plasmados unos cuentos sorprendentes, hermosos, un abrazo grandote
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Themis, un gusto tenerte aquí.
Me gustaMe gusta
Hola, Ana. Por frivolizar un poquito, ¿no seria que Mariano era el único que tenia la lengua como una mariposa?, ja, ja, ja. Ahora ya, en serio, decirte que me gusta la historia y que el amor debe ser algo mas que físico, como bien sabia la protagonista de tu historia. Buen fin de semana. Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja Pedro, me hiciste reír. Gracias por tu comentario! Saludos y buen finde!
Me gustaMe gusta
Hola Ana
Retratar el amor sin caer en los tópicos a los que nos invita la literatura no es tan fácil. Tú lo has hecho con sencillez pero de forma exquisita, transmitiendo una naturalidad desbordada de delicadeza y sensibilidad.
Me ha encantado este relato Ana.
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias! Un abrazo!
Me gustaMe gusta