MUTANDO

Cuando mueres en el mar, lo salado se vuelve dulce…

Photo by Nsey Benajah on Unsplash

El azul de sus ojos se volvía uno con el azul del mar y todos los líquidos de que estaba constituido su cuerpo clamaban por volverse agua salada. La luna llena se reflejaba titilante en las olas y el canto ronco y fuerte que estas producían con su eterno ir y venir acabó por hechizarla.

Levantándose de su lugar en la playa caminó lenta pero inexorablemente a la inmensidad acuática. A esa hora de la madrugada la playa estaba desierta y no hubo nadie que fuera testigo de aquel hecho: primero el mar lamió sus blanquísimos pies, pero al probar el sabor de su carne ya no la soltó, jalándola por las piernas con fuerza, la devoró completamente sin que ella opusiera resistencia, pues todo su ser ansiaba fundirse con el océano. “Cuando mueres en el mar, lo salado se vuelve dulce”, alcanzó a pensar al tiempo que mutaba a ninfa marina.

Se alejó impulsándose con su enorme cola hacia las profundidades, mientras en su larga cabellera, extendida cual bandera, se enredaban pequeños pecesitos, caracolas y estrellas de mar. Y ya nunca más volvió a pensar en su vida terrenal y tampoco nadie jamás la extrañó.

Autor: Ana Laura Piera / Tigrilla

https://bloguers.net/literatura/mutando-microrrelato/

11 comentarios en “MUTANDO

  1. Profecía autocumplida o una sirena que piso la arena, creyendo que se encontraba por descubrir un nuevo mundo lejos del agua y las compañías quela acompañaban. O quizás esa extraña de desear desaparecer, porque el dolor es tan profundo que ya no vale la pena, volver a insistir. Un cálido saludo,

    Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s