La quise desde siempre, desde que nuestras madres, compañeras en todo, se embarazaron por la misma época y andaban paseando por el pueblo sus vientres preñados de ella y de mí. De niños y luego de adolescentes fuimos inseparables; ella era una rebelde y yo la seguía en sus locuras, más que nada para cuidarla. Luego salí de Todos Santos para estudiar medicina y ya desde mi partida me ilusionaba el regreso y el momento de volver a verla pues siempre pensé que ella y yo estábamos predestinados a estar juntos.
Regresé convertido en una pequeña celebridad: “el hijo de Martina ya es doctor”, “pásele doctor”, “doctorcito, que gusto verlo”, Pero al notar su ausencia se me quemó el alma. Me contaron que después de mi partida, dejó de escuchar buenas razones y le hizo caso a ese diablo insaciable que se rebeló entre sus piernas. Después de dejarse devorar por los hombres de Todos Santos se mudó a otro lugar.
Llegué de noche a San Quintín, lugar miserable. Seguí las instrucciones que me dieron y me encontré tocando a su puerta. Se sorprendió de verme, pero no dijo nada. Seguía hermosa, pero sus ojos, que siempre se habían perdido en los míos, esta vez los evitaron. Me llevó al lecho mientras yo le hablaba en silencio, pues mi voz me había abandonado:
Ven, abrázame, hoy serás mía por primera vez. No me importa que tu cuerpo cobije otros cuerpos, esta noche te quiero como el primer día, como cuando en la oscuridad flotaba en mi tibio lecho de agua y soñaba con nosotros. Te daré lo que todos te dan y aún más, pues mi alma te pertenece. Leeré tus ojos, buscaré una señal, algo que me diga que me quieres, que esto es diferente que vendrás conmigo.
Pero al terminar me señaló un lugar donde dejar el dinero y no dijo nada. Leyó mi rostro que estoy seguro reflejaba decepción y dolor. Ella esbozó una sonrisa extraña. Entonces el sabor de su piel se hizo amargo y mis ojos se volvieron un mar, un mar salado…
Autor: Ana Laura Piera / Tigrilla
Después de hacer este cuento tan crudo sentí la necesidad de hacer algo diferente con el tema del amor:
pildoras para soñar 
holaaaaaaaaa preciosa,ya estoy de vuelta por aquiiiiiiiiiii .
veo que volviste a escribir una historieta y como siempre con mucha imaginacion , eres un hacha en esto.
hazme un favor, la proxima historia quitale ese punto triste , cuentame un final feliz.
un besote enorrrrrrrrrrrrrrrrme para ti
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¿Sabes qué? Es la tercera historia tuya que me hace llorar a lágrima viva. Porque estas cosas pasan, niña, en la vida real. ¡Qué triste! Cada uno de tus cuentos es mejor que el anterior, tus letras se hacen grandes, vas madurando y ellas contigo. ¡Quiero un horno como el tuyo, ángel reyado! En el se hornean cuentos dignos de ser editados en serio, ya sabes, de una manera más formal.
Te dejamos abrazos;
Diana y Constantine (El Misterioso Mago del Sombrero Gris)
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Te avisamos que el cuento MUJER PÁJARO que nos autorizaste tomar para nuestro espacio, que es tuyo también, ha sido publicado dándote todos los créditos, colocando el enlace a tu espacio y colocando una nota que lo identifica como material registrado. Muchísimas gracias por tu generosa colaboración. Es un orgullo tener un texto tuyo en nuestra humilde casa.
Abrazos;
Diana y el Misterioso Mago del Sombrero Gris
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Es curioso, justamente hace un rato tocaba con Diana un tema similar al de tu texto, compartíamos nuestros puntos de vista.
La vida es así de cruda, pero sabes? podemos hacer tanto para suavizarla, para volver ese sabor amargo más digerible, incluso mejorarlo, antes de saborearlo.
Saludos Tigri, un besazo!
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pase a dejarte un besote enorme y guayyyyyyyyy me encuentro con este video de Celine dion que me encanta.
un abrazo y un beso con todo mi corazon.
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Qué historia tan triste! Y más por lo real que nos las haces!
Qué bien escribes, Tigrita, es un placer siempre, siempre, venir a leerte.
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Vaya forma de escribir! que buen relato. Tus fotos muy lindas tambien, que envidia me das de saber que todos los días ves el mar.
Recibe un afectuoso saludo desde ciudad capital.
Mó.
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